miércoles, 18 de julio de 2012

Cristina Cifuentes: “El olvido es la única venganza y el único perdón”


Cristina Cifuentes, abucheada en plena calle.


El pasado viernes por la tarde, con un Madrid plagado de funcionarios cabreados por los recortes del Gobierno, Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno, dejó su despacho para hacer unas compras en las tiendas próximas a su domicilio, en el Barrio de Malasaña. Cuando regresaba se topó con unos manifestantes que la reconocieron y “comenzaron a insultarme, a escupirme y a intimidarme”. La hostigaron durante unos 50 metros al grito de “Dimisión, dimisión”. Un número cada vez más elevado de manifestantes la obligó a refugiarse en un restaurante etíope que estaba abierto en las proximidades.

No obstante, surgen preguntas que no han sido explicadas hasta el momento. Como delegada del Gobierno, ¿no sabía que esa calle estaba tomada por manifestantes? ¿Por qué salió sin ninguna protección por su parte, tan acostumbrada a ella? ¿Tan urgente era la compra como para hacerla en ese momento y en esa calle? Se trata de una política española del PP que formó parte de la candidatura por Madrid al Congreso de los Diputados y al Senado para las elecciones generales de España de 2011. “Con sus antecedentes –dice Qaeda en su web–, no es tan descabellado pensar que la señora delegada fue en busca de la provocación, no se sabe si llevada por el morbo, la chulería o la estupidez. O una mezcla de las tres”.

“Iba pensando –dice ella– en mis cosas, cuando me di cuenta de que estaba pasando la manifestación. Y me obligaron a refugiarme en ese restaurante”. Fue, según ella, un suceso “aislado” protagonizado por “minorías radicales”. “No quería ir a casa para que estos individuos no supieran dónde vivo y no pararan de molestarme. No llevaba guardaespaldas. Había una persona que lo único que hacía era decirme al oído 'sal corriendo, que te matan'. Pero, en ese momento, pensé que, antes de salir corriendo, me mataban porque no pensaba hacerlo”. El Consejero de Economía, Percival Manglano, quien le transmitió el apoyo de la Comunidad de Madrid, declaraba: “El pueblo español no se caracteriza por arreglar sus diferencias escupiendo y agrediendo a las personas”. Y calificó estas prácticas de “absolutamente condenables y salvajes”.

Sobre el incidente, la delegada no quiere dar más detalles y asegura que se trata de un suceso aislado que atribuye a minorías radicales. Cifuentes no va a denunciar los hechos porque no quiere mezclar a su familia y a su intimidad. “Desde luego –explica–, esto consigue que cada día me levante a ir a trabajar con más fuerzas y ganas”. Asimismo, insiste en que las manifestaciones que se están produciendo cada día en Madrid no tienen que ver con los recortes “sino que, desde el minuto cero que empezó a gobernar, comenzaron a proliferar. Desde el 1 de enero –concluye– ha habido 1.400 manifestaciones... Es algo insólito”.

“Un puñado de cobarde –escribió en su cuenta de Twitter– no va conseguir que me calle. Lo increíble es que, encima, algunos dicen que la culpa es mía por provocar, andando por la calle junto a casa”. Y cierra el tema con una cita de Berlusconi: “Yo no hablo de venganzas ni de perdones. El olvido es la única venganza y el único perdón”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola Santiago. Soy Plàcid Garcia-Planas, periodista de La Vanguardia. ¿Podrías ponerte en contacto comingo? pgarciaplanas@lavanguardia.es