martes, 27 de noviembre de 2012

El batacazo morrocotudo de Mas.



Caractura de Mas en El Huffington Post.


En las pasadas elecciones celebradas el domingo (25N), Artur Mas no sólo no obtuvo la “mayoría amplísima” a la que aspiraba sino que se quedó más indefenso de lo que nadie había previsto, sufriendo un durísimo castigo que le aleja aún más de la mayoría absoluta. Y, sin embargo, ahí estaba el CiU sin querer renunciar a nada como el partido más votado, aunque habiendo perdido doce escaños y ocho puntos. Más que mostrar su clara derrota, Mas se dispone a hacer malabarismos para seguir gobernando, dedica sus primeras palabras a Ezquerra como posible socio “corresponsable” en la Generalitat. ERC duplica escaños y aglutina la mayor parte del catalanismo independiente, y Mas se ve obligado a invitar a este nuevo socio para seguir al mando de la nave. Un resultado no previsto por nadie que puede ser devastador para su proyecto. Y una estampa inesperada de Mas pese a su batacazo morrocotudo.

El PSC, perdió ocho escaños pero se mantiene mejor de lo que se esperaba. Y, pese a esa disminución en porcentaje y en diputados, los socialistas, que pudieron salvar los muebles, se han adelantado a rechazar cualquier pacto con el posible president. Por su parte, el PP, que apenas ganó un escaño respecto a los pasados comicios pero que logró su mejor resultado electoral en Cataluña, no consigue superar a los socialistas ni aglutinar a los votantes españolistas. El Gobierno de Mariano Rajoy permitió un final de campaña ensuciado por la utilización del documento policial, elaborado en condiciones irregulares. Y el famoso informe fantasma, descubierto y aireado por “El Mundo”, no ha servido para hundir definitivamente el navío soberanista de Mas. También ICV consiguió una subida importante, pasando de 10 a 13 diputados. Lo que demuestra que el apoyo a su opción federalista ha ganado por oleada.

La iniciativa auspiciada por Mas ha recibido un varapalo importante. El líder de CiU, tal y como ha reconocido, deberá pactar con otro partido para poder gobernar sin miedo a ser vencido por una agrupación de fuerzas… Y, aunque la presidencia de la Generalitat, innegociable, por su parte, no esté en juego, se prevé un difícil y complicado juego de equilibrios con el ERC en el que el independentismo es la principal bandera o con ICV. Más tendrá dificultades para gestionar la compleja situación en la que voluntariamente se ha metido. Y deberá revestirse de una habilidad especial para gestionar la crisis económica, que seguirá golpeando a la nave.

La manifestación del 11 de septiembre no ha supuesto un vuelco determinante en el número de escaños independentistas. Los soberanistas (CIU+ERC+CUP) suman 74 diputados, dos menos que lo que sumaban hace dos años con Laporta. Sin embargo, aquella CiU de 2010 no se presentó a las elecciones con un programa soberanista y ahora sí lo ha hecho. 107 de los 135 diputados respaldan la consulta en sus programas electorales y sólo PP y Ciutadans (sólo éstos triplicaron el resultado de anteriores elecciones) se oponen a ella. Pero, pese al evidente batacazo de CiU, el debate sobre la independencia catalana aún no ha terminado y sólo se cerrará si España es capaz de articular un nuevo Estado que supere a las autonomías y donde Cataluña no se sienta un cuerpo extraño.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A menudo sucede que con la solución de un problema se crea una decepción. Es la tristeza de lo resuelto. El final de un misterio. El " y ahora qué, y por donde tiramos" De manera que se advierte que lo óptimo y generador de dinámicas de actuación en todos los ordenes, de una cierta felicidad, -incluso,- era el estado anterior a la resolución de la cuestión, es decir el proceso. Digo esto, porque me da la impresión, o más bien es una sospecha,- que Cataluña independizándose de España es más prospera, reconocible e identitaria ahora, que más adelante en el hipotético uso y disfrute de su soberania. En todo caso, felicidades a Cataluña, si con estas elecciones se les alarga el cuento. Osea, el proceso.

chiflos