martes, 10 de septiembre de 2013

Madrid vendió la piel del oso antes de cazarlo.


 Botella y Rajoy se quedaron con un palmo de narices.
Más de 300 personas viajaron a Buenos Aires en la delegación española de Madrid 2020 a costa del erario público. Un número que superaba al de los miembros de las otras dos candidaturas juntas, Tokio y Estambul. Algo que echaba por tierra el modelo austero que quería vender el Gobierno. La delegación japonesa no llegó a las 150 personas, mientras la de Estambul estaba compuesta por unos 90 miembros. En medios políticos y periodísticos de la derecha se había asegurado que todo estaba calculado. Si España se convertía en sede de los Juegos Olímpicos de 2020, todo serían réditos políticos que el PP podría empezar a cobrar. El presidente del gobierno, Mariano Rajoy, pensaba rentabilizar esa candidatura más allá de las razones económicas, como la prueba evidente de que ‘el mundo cree en nuestra recuperación económica y confía en la gestión de este gobierno’, aseguraba uno de los dirigentes desplazados a Argentina. De hecho, en un arranque de euforia, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, proclamaba sin sonrojo horas antes de darse a conocer la elección del COI que “España es el gran éxito económico del mundo”.  “La delegación española destilaba euforia –escribe Ester Jaén en Cuartopoder–. Pero la realidad heló la sonrisa de buena parte de los asistentes a la ceremonia de nominación de Tokio como sede olímpica. Ni siquiera hubo disputa: España fue eliminada a las primeras de cambio. Y las esperanzas políticas de algunos y las estrategias de otros empezaron a caer como un castillo de naipes. Madrid 2020 ya no podrá ser la rampa de lanzamiento de la recuperación económica de Rajoy, pero el fracaso sí puede convertirse en un lastre para la imagen de nuestro país”.

De ser algo que hubiera servido de promoción a la alcaldesa de Madrid, el rechazo del COI ha provocado un aluvión de críticas a Ana  Botella, así como la mofa y befa en Internet. Y ha vuelto la imagen de un Madrid, sin juegos; un Rajoy, sin discurso y una Botella, sin futuro. Un futuro político de la esposa del ex  presidente Aznar desde un puesto que se le regaló por ser quién era. “Nunca tuvo futuro político –escribe Maura de la Peña en Vozpópuli–, pero la jerarquía de su marido en la estructura del Partido Popular y sus poderosas amistades entre la oligarquía madrileña, básicamente constructores y empresarios eléctricos, consiguieron elevarla al sillón de mando del Ayuntamiento de Madrid, el más importante y con mayor déficit de España, ante el beneplácito de unos pocos y la indiferencia y/o el rechazo de la mayoría de los habitantes de la capital. El episodio hizo correr el escalafón en el Ayuntamiento capitalino, para felicidad de la señora Botella… Y si Botella llegaba muy tocada a la cita bonaerense, ha salido de allí herida de muerte”.

La señora de Aznar jugó a fondo y perdió estrepitosamente. Fue una de las grandes derrotadas –con el propio Mariano Rajoy y todo su Gobierno del PP–, en la noche del sábado  pasado, en Buenos Aires. La desfachatez con la que la delegación española vendió la piel del oso antes de cazarlo, recibió un palo olímpico en la capital argentina. Rajoy, Botella y toda la delegación volvió con las orejas gachas. El COI no se fió de los políticos españoles y humilló al Madrid oficial. En Singapur, Madrid 2012 cayó en la tercera ronda y se quedó a un paso tan sólo de la final París-Londres. En Copenhague, Madrid 2016 llegó a la final, aunque Río le ganó por goleada. En Buenos Aires, el empate con Estambul la condenó a ser la primera en caer. El COI volvió a darle la espalda y reconcedió claramente los méritos de Tokio, basándose en el punto de vista económico. Lo que demuestra, en parte, el mercantilismo de este Comité Olímpico así como su carácter expeditivo en la lucha contra el dopaje. Los delegados del COI eludieron la crisis y se centraron en la lucha contra el dopaje.  E incluso prefirieron la capital turca a la española que ingenuamente había confiado en que ni la crisis ni la corrupción política le pasaría factura. El batacazo de Buenos Aires demuestra la poca confianza que siguen inspirando los políticos españoles.



Eddy Sánchez, coordinador general de IU de la Comunidad de Madrid, califica de “mala gestión” la actuación de los gobiernos regional y municipal de Madrid con respecto a la candidatura olímpica de Madrid 2020, porque “vendieron la piel del oso antes de cazarlo”. Los hashtag #PelisConAnaBotella y #AnaBotella son los más comentados en la red social Twitter, donde la alcaldesa de Madrid y su desafortunada “cup of café con leche” son estrellas indiscutibles. El ingenio de los internautas no tiene límites y su discurso cuenta ya incluso con una versión electrónica que acumuló en unas horas más de 200.000 reproducciones. Los montajes con carteles y títulos de películas se suceden, desde La Tonta del Bote’ a ‘Eduarda Manostijeras’, una imagen que también sirve para ‘Ah, te rizas como puedas’, pasando por ‘Nacida libre’, ‘Esta candidatura es una ruina’, ’20020 leguas de viaje submarino’, ‘Lo que Tokio se llevo’ o ‘Blancanieves y los 180 delegados’.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En mayor rigor quizá fuera el diario El Mundo quien vendiera la piel del oso antes de cazarlo con su avanzadilla en el pronostico de votos mayoritarioas. Madrid y sus habitantes están muy por encima y ajenos por completo en responsabilidad al respecto de la decisión del COI.