miércoles, 23 de octubre de 2013

La “Santa Cruzada” contra la República.



Isidro Gomá describía lo que era para él la guerra en una alocución radiofónica: “El choque de la civilización contra la barbarie, del infierno contra Cristo, debían sucumbir primero,…, los adalides de la civilización cristiana, los abanderados de Cristo… Gloria a los mártires”.
 
"Al llegar la República el 14 de abril de 1931 –escribe Milagros Riera en la web ‘Lo que somos’ –, el Borbón se marcho sin que nadie le molestara, sin que nadie le echara en cara sus crímenes y delitos, pero, inmediatamente, comenzaron las conspiraciones para acabar con nuestra niña bonita. Hablaremos aquí de lo que complotó la ‘Santísima Madre Iglesia’ contra ella…

"La Iglesia siempre ha considerado que la Monarquía era necesaria para asentar su poder y, desde siempre, odió todo lo que fuera poder popular, democracia y República, no solo en España, sino en todos los países del universo mundo. La República Española vivió cinco años hostilizada constantemente por las derechas. Veamos lo que decía Isidro Gomá, de triste recuerdo, en el Congreso Eucarístico de Buenos Aires en el año 1934, dos años antes de la insurrección militar. El entonces arzobispo de Toledo se expresaba así: ‘Contemplemos cómo, en la vieja Europa, sólo las altas cumbres de las dictaduras emergen sobre el mar que ha sepultado las democracias’. Entre los asistentes al Congreso se hallaba el cardenal Pacelli, secretario de Pío XI, más tarde, Pío XII, totalmente de acuerdo con las palabras de Gomá. Es posible que aprovecharan del encuentro para poner al día sus conspiraciones contra la joven República…Nuestro personaje, nacido en Campo de Tarragona, fue un fanático nacionalista. Y algunos creen que fue esto lo que llevo a sus superiores a nombrarle arzobispo de Toledo. La sublevación militar, de la que el fue uno de los principales artífices, le sorprendió en Navarra. Allí pudo gozar de la hospitalidad del obispo Olaochea, luego arzobispo de Valencia, y allí pudo constatar, con alegría, cómo los curas navarros instruían y hacían instruir a los jóvenes para la insurrección. A algunos los mandaban a Italia para que aprendieran de los fascistas de allí. Había incluso sacerdotes navarros que se dedicaban a la apostólica tarea de fabricar bombas. Se ha probado que esta preparación comenzó desde la proclamación de la República.

"Si hablamos de Gomá es porque este triste personaje fue el inventor de la Santa Cruzada, así llamó a la sublevación asesina, y este siniestro título fue aprobado por los papas sucesivos y ha pasado a la historia. Los rebeldes exterminadores eran cruzados y podían permitirse todos los desmanes en nombre de Dios. Pero, sus fechorías no acabaron ahí. Fue este arzobispo quien tomo la iniciativa de la Carta Pastoral colectiva de los obispos españoles, en junio 1937. Este documento episcopal, tenía como objeto informar a todos los obispos del mundo sobre el deber sagrado de apoyar la cruzada contra la República. La emoción del mundo católico fue grande, así como su total aprobación. Una de sus consecuencias fue que a los republicanos se nos consideró como hijos del diablo en muchos sitios, cuando los refugiados de la retirada pasaron a Francia, las gentes, alertadas por los periódicos católicos, venían a ver si teníamos rabo.

"No debe extrañarnos, a la vista todos estos hechos, del comportamiento brutal de curas y fieles. Todo podía permitirse contra los republicanos: torturas, fusilamientos, violaciones y asesinatos. Los curas fueron el grueso de la quinta columna. En sus conventos, escondían las armas, preparando la insurrección. Desde los campanarios, disparaban contra el pueblo. El ejemplo venia de alto, de sus jerarquías. De todo esto nadie les ha pedido cuentas hasta ahora.

"Los curas, obispos y cardenales no han cambiado. Con el dinero de nuestros impuestos construyen Basílicas a sus menguadas víctimas, sin pedir perdón por los ciento de miles de inocentes que fueron inmolados a su dios. Y siguen gritando y despotricando contra el régimen democrático, culpable de no darles el poder absoluto que desean. No olvidemos lo que hicieron, porque, si pudieran, lo volverían a hacer".

No hay comentarios: