jueves, 26 de diciembre de 2013

El presidente Bauzá y la saga de corruptos de Baleares.

  Cañellas, ex presidente, y Bauzá, presidente actual, ambos por el “buen camino”
 

El presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, jefe de filas del PP de Baleare, acudió el pasado fin de semana al rescate de Gabriel Cañellas, padre político del ex ministro y ex presidente del partido, Jaume Matas. Este fue condenado a nueve años de cárcel por el caso Palma Arena. El PP y Bauzá homenajearon y concedieron el premio Laurus al ámbito político a Cañellas, figura de la derecha balear y ex presidente del Gobierno regional (1983-1995). Cañellas acabó siendo destituido en el partido y tuvo que renunciar a la presidencia de Baleares, forzado por José María Aznar por el escándalo de las comisiones del caso Sóller.

En el largo camino de la  corrupción política balear, más de un centenar de casos han llegado a los tribunales de Justicia. Cañellas, gran cacique isleño, fue uno de los primeros en ser condenado judicialmente. Lo fue por el caso Soller. Pero, al mismo tiempo, fue absuelto por la prescripción del plazo de cinco años de persecución penal de cohecho, un regalo, cobrado del concesionario del Túnel de Sóller. Hoy, Cañellas, abogado y asesor empresarial, gestiona el patrimonio familiar y dirige un bufete de mediación y relaciones empresariales. El presidente Bauzá, olvidándose del pasado oscuro de Cañellas, acudió en rescate del que fuera su padre político del PP, adhiriéndose al reconocimiento del ex presidente por “su reconocido prestigio en el ámbito político”. Cañellas intervino ante 1.500 militantes, en su mayoría altos cargos públicos de Palma y militantes peperos, apelando a la necesidad de mantener la unidad política interna porque las circunstancias lo exigen. A su vez, ironizó que no todos los expresidentes son de “la misma pasta” en una alusión que podría abarcar a Jaume Matas y a José María Aznar.

A Cañellas le sucedió Jaume Matas, que llegó a ser ministro de Aznar y ahora intenta que el Gobierno lo indulte. Por su parte, Bauzá, se dedica a desahogarse recortando con saña el catalán y, “como tiene bastante tiempo en sus escasas tareas presidenciales –escribe de él Enrique Sopena, director de Elplural.com–, comparte, al parecer, el cargo con sus negocios varios”. El presidente Bauzá sostuvo que “Gabriel Cañellas merece ser celebrado por su “reconocido prestigio en el ámbito político” y fue merecedor de un galardón interno”… Sopena arremete contra ellos: “Todos ellos –salvo uno efímero, el discreto Cristófol Soler, quien fue destituido desde la Moncloa por órdenes de Aznar– han tenido graves tropezones con la Justicia”.

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