martes, 24 de febrero de 2015

El código ético y la marcha atrás.


“El código ético –escribe David Torres bajo el título ‘Imputados por poco’– es un eyector de emergencia de algunos partidos que se activa rápidamente en caso de choque con la justicia. Lo que pasa es que unas veces se activa y otras no, pero de eso no tiene ninguna culpa el código ético. Si acaso, la justicia, que circula por ahí sin avisar. Por ejemplo, Mariano estableció un código ético que en su día fue la envidia de la política mundial; de hecho, tan bien le quedó, que decidió no aplicarlo ni una sola vez. Lo guardó en una urna por si se le estropeaba y de vez en cuando le pasaba un plumero para enseñárselo a las visitas (…)


“Bauzá empezó a aplicar hace poco un código ético estricto en Baleares y lo mismo tiene que dar marcha atrás después de perder cinco o seis alcaldes. Los populares y los códigos nunca se han llevado muy bien, ya sean éticos, de circulación o de Hammurabi. Lo de la marcha atrás es un recurso anticonceptivo bien conocido desde tiempos bíblicos, cuando Lot logró que Jehová le fuese rebajando la cuota de justos para que no aniquilara Sodoma y Gomorra. ‘Cien justos, Jehová. Bueno, cincuenta. Lo dejamos en doce, venga, qué más Te da. Siete, siete es mi última palabra’. Jehová fue dando marcha y marcha atrás hasta que casi se queda sin dedos. El PSA ya se los ha quemado todos, casi quinientos imputados van ya en la causa de los ERES, un montón de reclutas, cocineros y sargentos robando, 850 millones de euros estafados, y allí nadie se enteraba de nada. Ni Griñán, ni Chaves, ni el subsecretario, ni la becaria. Con tanta oscuridad, tanta ignorancia, tanto papo y tanto llevárselo crudo, el PSA, más que un partido, parece el plató de Gran Hermano VIP. Al igual que el PP en el caso Gürtel, no sabemos si el postsocialismo andaluz da mucho asco o mucha pena.A Pdr Snchz y a Susana Díaz se les cansó la boca de anunciar que si Griñán y Chavez eran imputados, tendrían que dejar sus escaños. Al final les han imputado, sí, pero poco, casi nada, de manera que habrá que esperar que los imputen más. No hay que olvidar que el PSOE tiene un largo historial de honradez encarnado en aquel memorable mutis de Alfonso Guerra, quien se decidió a dimitir más de un año después de que saltara el escándalo por los negocios de sus hermanísimos, y eso sólo porque aprovechó el día en que empezó la guerra del Golfo. Más que nada, por facilitar el juego de palabras. Con Tomás Gómez, Pdr Snchz no esperó ni a que lo imputaran: apretó el botón del asiento eyector y de inmediato cambió las cerraduras de Ferraz por si a Gómez le daba por ponerse nostálgico. Pero Griñán y Chaves pesan mucho en el organigrama del partido y no digamos ya en el producto interior bruto. Una cosa es pegar un papirotazo a un alcaldillo y otra meterse con los barones de toda la vida. Para que luego digan que el PSOE ya no cree en la lucha de clases”.

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