domingo, 22 de marzo de 2015

Primavera para el "Ibex 34" y gritos de "pan, trabajo, techo y dignidad".



La primavera llegó con las grandes empresas del Ibex 35, principal indicador de la bolsa española, que ganan 3.000 millones más de lo que se destina a proteger a los parados. Las empresas españolas que cotizan en este selectivo ganaron el año pasado 32.000 millones de euros, un 41% más que en 2013. Mientras que las prestaciones por desempleo apenas superaron los 29.000 millones. Aunque, en términos absolutos, estos 32.000 millones son casi la mitad de los más de 51.000 millones que ganaron en 2010, récord absoluto. La composición del índice no era exactamente la misma hace un año que ahora, ya que en estos doce meses el Comité Técnico del IBEX decidió que Abengoa sustituyera a Ebro Foods y Endesa a Viscofán. Con estas salvedades, es evidente que las grandes empresas cotizadas españolas han dejado atrás lo peor de la crisis, incluso con algunas de ellas –Arcelormittal, FCC e Indra– registrando pérdidas o reduciendo beneficios –Ferrovial, Iberdrola y OHL–. Lejos quedan las pérdidas conjuntas de más de 6.000 millones de euros de 2012, debido a los resultados negativos registrados por Bankia y algunas constructoras, y más aún los efectos devastadores de los ataques contra las Torres Gemelas o el impacto de la crisis de las hipotecas subprime o de alto riesgo desatado en Estados Unidos, inicio de la crisis más aguda desde la II Guerra Mundial. La crisis global y financiera se cebó con España y las empresas españolas han tardado cinco años en levantar la cabeza. “A las grandes fortunas españolas –señala Vicente Clavero en su artículo ‘Los dueños del Ibex son un 67% más ricos desde que gobierna Rajoy’–  les está yendo muy bien con Mariano Rajoy, si nos atenemos a la evolución de sus inversiones en Bolsa”. 


Por el contrario, el resto de la población sigue congelada en el invierno del paro que desconoce los efectos de esta  primavera. José A. Pérez escribía hace un mes en Attac Madrid: “De la eficacia de los recortes sociales son elocuentes las cifras del gasto de los servicios públicos de empleo en prestaciones de desempleo. Que fue de 1.907,2 millones de euros en diciembre de 2014, un 16,9% menos que en igual mes de 2013. En el conjunto del año, el gasto fue de 24.569 millones, lo que supone un recorte de 5.235 millones respecto al año anterior. En diciembre de 2013, había 2,74 millones de beneficiarios y un año después esa cifra bajó hasta los 2,41 millones, un descenso de 330.000 que ha dejado la tasa de cobertura (el número de parados que tiene algún tipo de beneficio) en el 57,6%, a finales de 2014. Esta disminución del gasto en desempleo no se debe en absoluto a que haya más gente colocada, como acaban de demostrar las últimas estadísticas del paro registrado. Este gasto sigue recortándose por el agotamiento del derecho a recibir prestaciones, tanto contributivas como no contributivas, de gran cantidad de personas en paro. Y esto es un efecto sabido, buscado y perpretado deliberadamente por el Partido Popular”.                             

                                                     
Pero si la situación de los parados no evoluciona sino para peor, con cada vez más problemas y recortes, los resultados empresariales que acompañaron la buena evolución bursátil son cada ve mejores. Y, si bien el IBEX 35 se revalorizó tan sólo un 3,66% durante el año, sumó dos ejercicios consecutivos al alza y se situó como el índice más rentable entre los principales de Europa. A lo largo de 2014, los grandes bancos superaron las mayores exigencias de capital, el deterioro del negocio en España y el esfuerzo de saneamiento de los activos inmobiliarios y, gracias a la mejora del negocio, las seis mayores entidades —Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell— ganaron en conjunto más de 10.500 millones de euros en 2014, un 34,1% más que en 2013. Superados con nota, los test de estrés a los que han sido sometidos por el Banco Central Europeo (BCE) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la gran banca encara con solvencia una nueva etapa en la que ya está en marcha la tan ansiada unión bancaria. El Santander es además el campeón en volumen de beneficios con más de 5.800 millones, seguido de Endesa y Telefónica, con más de 3.000 cada una. De nuevo dentro del selectivo español, Endesa disparó el pasado año sus beneficios como consecuencia de la venta a su matriz de sus activos en Latinoamérica. La operadora, en cambio, redujo su beneficio un 34,7% por la devaluación de alguna de las monedas en las que opera, como el bolívar venezolano, y por las pérdidas ocasionadas por su filial alemana, que acusó los costes de integración de E-Plus. Repsol, otro de los grandes valores del IBEX,  multiplicó por ocho sus ganancias tras el efecto contable derivado del saneamiento por la compensación de YPF en 2013. Iberdrola acusó el impacto de la reforma energética española y la mayor presión tributaria. Y por lo que respecta al año fiscal de Inditex, es distinto, logrando una mejora del 5% en su beneficio tras aumentar sus ventas un 8%. En pocas palabra, primavera para las grandes empresas españolas y un  invierno prolongado para la clase media y para los parados.  


César Alierta, presidente de Telefónica y del Complejo Empresarial para la Competitividad.

El sector que más quebraderos de cabeza ha dado a la economía española, el de las constructoras, también ha saneado sus cuentas y, sobre todo, ha logrado encauzar su deuda. Las seis mayores empresas constructoras —ACS, Acciona, Ferrovial, FCC, Sacyr y OHL— lograron un beneficio conjunto de 635,5 millones que, pese a las pérdidas de FCC, contrasta con los números rojos del ejercicio anterior. César Alierta, presidente de Telefónica y del Consejo Empresarial para la Competitividad, cree que la tasa de paro puede bajar al 8%, en 2018, si aflora parte de la economía sumergida, y estima que la economía española crecerá, en 2015 y 2016, alrededor del 3%. Vaticina para el 2018 que el país “va a ser uno de los más competitivos a nivel mundial”, gracias al modelo que se ha implementado y a “toda la transformación que está teniendo la economía”. En un acto celebrado en la Cámara de Comercio e Industria de Zaragoza y al que asistió la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, Alierta expuso diferentes datos de la economía española que apuntan a una situación y un futuro “envidiable”, a pesar de lo cual “algunos quieren vender unos modelos inviables”.  Incidió en que, en España, “se puede reducir la tasa de paro a finales de 2018 al 12% y al 8%, si se aflora parte de la economía sumergida”, puesto que es uno de los países de la Unión Europea con mayor proporción de esta última. El presidente de Telefónica precisó que se pueden crear 2,8 millones de puestos de trabajo “si se hace una serie de cosas que son factibles”, y así, lograr aflorar unos 900.000 empleos de la economía sumergida. “Por eso somos muy optimistas”, dijo Alierta quien sostuvo que unas mejores prácticas internacionales en la economía del conocimiento aportarían “otros dos puntos” de bajada del paro y la mejora del sistema educativo, cerca de uno más. Sobre el empleo temporal, precisó que “debe ser la primera contratación y, a partir de ahí, pasar a empleo fijo”. Alierta expuso que “si en España tuviéramos la misma tasa de ocupados a tiempo parcial que en Alemania, la tasa de paro pasaría del 23% al 8%”. Comentó que la demanda interna “va a crecer porque hay un aumento de la renta per cápita y de la capacidad adquisitiva de los hogares, dato indicativo puesto que la gente gasta cuando piensa que el futuro es más seguro”. Además, manifestó que los salarios han estado “estancados”, pero “están empezando a subir” y “hay sectores de la economía que pueden hacerlo claramente y lo harán", como se está “viendo en la negociación” entre agentes sociales, donde “ya hay una subida prevista para 2015 y la tendencia será al alza en los próximos años”. Alierta se mostró convencido de que los sueldos “irán hacia arriba”.

Pablo Isla del grupo Indotex

El grupo Inditex, dueño de Zara, logró un beneficio neto de 2.501 millones de euros en su ejercicio de 2014, lo que supone un incremento del 5% respecto al año anterior, mientras que sus ventas crecieron el 8% y ascendieron a 18.117 millones.  “Las cuentas, cerradas el 31 de enero, se vieron influidas por la devaluación de algunas de las monedas en las que opera Inditex y por los cambios en el perímetro de consolidación de Temple. A tipos de cambio constante, la facturación avanzó el 11 %. Las cuentas de cierre de año reflejaban una mejoría respecto al inicio del ejercicio, cuando su benefició bajó el 7,3%, y mantiene al grupo en el liderato mundial de la distribución, por delante de H&M, que ganó 2.142 millones de euros y facturó 16.233 millones. Como adelanto del devenir del ejercicio 2015, Inditex explicó que las ventas en tienda y online a tipos de cambio constantes aumentaron un 13% en el período que abarca desde el 1 de febrero hasta el 14 de marzo. Además, a lo largo de 2015, la firma presidida por Pablo Isla tiene previsto invertir 1.350 millones de euros, en función del programa de apertura de nueva superficie comercial. La compañía prevé contabilizar a lo largo del ejercicio entre 420 y 480 aperturas brutas, de las que ya están garantizadas contractualmente el 70%, al mismo tiempo que continuará cerrando tiendas cercanas a otras más grandes, lo que implicara la “absorción” de entre 80 y 100 y establecimientos”. Por cadenas, Zara facturó 11.594 millones, el 7% más; Pull&Bear 1.284 (8%), Massimo Dutti 1.413 (9%), Bershka 1.664 (7%), Stradivarius 1.130 (12%), Oysho 416 (18%) y Zara Home 548 (21%). Por el contrario, Uterqüe bajó sus ventas de 71 a 68 millones. El grupo Inditex cerró el ejercicio con 137.054 trabajadores y generó 8.741 puestos de trabajo, de ellos, unos 1.800 en España, tanto en tienda como en su sede central y plataformas logísticas. La compañía mantiene la apuesta por el comercio electrónico y tiene previsto abrir en 2015 tiendas online en Taiwán, Hong Kong y Macao.


Sin embargo, el coste laboral por mes y trabajador cayó un 0,5% en el último trimestre de 2014. Las percepciones no salariales se recortaron el 18,3%, por las menores indemnizaciones por despido o fin de contrato, pagos compensatorios, pequeño utillaje, ropa de trabajo o selección de personal. Según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral (ETCL) difundida  por el Instituto Nacional de Estadística (INE), de dicho gasto, el coste salarial (que incluye salario base, complementos, pagos por horas extraordinarias y atrasos, todo medido en términos brutos) se situó en 1.991,84 euros por trabajador y mes, un 0,2% inferior al año anterior. En cuanto a los otros costes no salariales, el descenso fue del 1,5% (646,96 euros), debido a que las percepciones no salariales se recortaron el 18,3% (77,87 euros), por las menores indemnizaciones por despido o por fin de contrato, pagos compensatorios, pequeño utillaje, ropa de trabajo o selección de personal. El coste laboral por hora bajó el 1,2%, un descenso superior al del coste por trabajador, que se debió a un aumento del número de horas efectivas de trabajo. Por sectores, la industria, con 3.202,56 euros, fue el sector que registró un aumento de los costes laborales (del 1,4%), en tanto que la construcción (2.849,36 euros) y los servicios (con 2.518,01 euros) contabilizaron una caída del 0,2% y 0,9%, respectivamente. En concreto, el sector industrial destaca el crecimiento de los salarios ordinarios y otros costes, en especial, de las indemnizaciones por despido y otras prestaciones sociales directas. La construcción registra un mayor aumento del componente salarial y la mayor disminución de los otros costes, debido a la caída de las indemnizaciones por despido y otras prestaciones sociales directas. Por actividades, los mayores incrementos del coste laboral se dieron en el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado (2,8%), la Administración Pública y Defensa, la Seguridad Social Obligatoria (1,7 %) y la industria manufacturera (1,7 %). Por el contrario, los mayores descensos se contabilizaron en las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento (3%), las industrias extractivas (2,4 %) y las actividades financieras y de seguros (2 %). Por comunidades autónomas, el coste laboral en Euskadi y Madrid superó en más de 400 euros a la media nacional, y en Extremadura y Canarias dicho coste fue inferior a la media en la misma cantidad. 

Las colas para obtener comida gratuita son cada día más extensas en todo el territorio borbónico.

Pero si la deuda pública cerró 2014 en el 97% del PIB, cumpliendo de esta forma el objetivo previsto por el Gobierno para todo el año, el pasado martes, el Banco de España publicaba el dato correspondiente a enero de 2015 y no se producía ninguna sorpresa: el endeudamiento público continuaba su particular ascenso. En concreto, la deuda pública se incrementó en enero en 1.617 millones de euros respecto al mes de diciembre, por lo que el volumen total de esta asciende a 1,035 billones de euros, rondando el 97,8 % del Producto Interior Bruto (PIB). La deuda del conjunto de las administraciones públicas no ha dejado de crecer desde el inicio de la crisis económica en 2008 y, salvo sorpresa mayúscula, así seguirá haciéndolo durante este año y parte del siguiente. Si nos ceñimos al objetivo marcado por el Gobierno, la deuda pública se situaría este año en el 100,3 % del PIB y en el 101,5 % del PIB en 2016. El hecho de que los tipos de interés estén muy bajos en la actualidad juega a nuestro favor, pero a poco que estos se disparen podríamos tener frente a nosotros un problema de dimensiones dantescas si no empezamos a buscarle solución. En este sentido, para los entendidos, la contención del gasto público y el crecimiento económico forman la única ecuación posible que nos permitiría poner fin a este despropósito.

Otra de las colas para comer en la Iglesia  de los capuchinos de Palma de Mallorca.

La Gran Recesión o depresión económica española,  la crisis económica que se inició en 2008, sigue sin haberse reducido. Los efectos se han prolongado durante más de seis años, no sólo en el plano económico sino también en el político y el social (crisis político-social española). Esta crisis se enmarca dentro de la crisis económica mundial de 2008 que afectó a la mayor parte de países del mundo, en especial a los países desarrollados. El comienzo de la crisis mundial supuso para España la explosión de otros problemas: el final de la burbuja inmobiliaria, la crisis bancaria de 2010 y, finalmente, el aumento del desempleo en España, lo que se tradujo en el surgimiento de movimientos sociales encaminados a cambiar el modelo económico y productivo así como cuestionar el sistema político exigiendo una renovación democrática. El movimiento social más importante es el denominado Movimiento 15-M, surgido en mayor medida, por la precariedad y las condiciones económicas de la clase media y baja; dos consecuencias de la crisis financiera. La drástica disminución del crédito a familias y pequeños empresarios por parte de los bancos y las cajas de ahorros, algunas políticas de gasto inadecuadas llevadas a cabo por el gobierno central, el elevado déficit público de las administraciones autonómicas y municipales, la corrupción política, el deterioro de la productividad y la competitividad y la alta dependencia del petróleo son otros de los problemas que también han contribuido al agravamiento de la crisis. La crisis se ha extendido más allá de la economía para afectar a los ámbitos institucionales, políticos y sociales, dando lugar a la denominada crisis española de 2008-2014, que continúa en la actualidad.

Hacienda compara al PP con Cáritas.

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, el informe de la Agencia Tributaria (AEAT), remitido al juez Pablo Ruz en el marco de la investigación 'Gürtel', equipara el tratamiento fiscal de las donaciones que recibe el PP con las de Cáritas y niega que se haya dado “instrucciones políticas” a los funcionarios que han elaborado ese informe. Montoro defiende que nadie debe “sentirse ofendido” por comparar el PP y Cáritas. Ignacio Escolar, director de eldiario.es, nos muestra las ocho diferencias entre Cáritas y el Partido Popular con el propósito de que los expertos de Hacienda que elaboraron el informe que pidió el juez Ruz aprendan a distinguir una ONG de un partido político:

1. Cáritas reparte alimentos entre los pobres. El Partido Popular reparte sobresueldos entre sus dirigentes.        

2. Más de la mitad de los fondos de Cáritas proceden de particulares y empresas privadas. Más del 90% del presupuesto del PP sale del dinero público.                                                                                                             
3. La lista de empresas donantes de Cáritas y la contabilidad de esta ONG está publicada en su página web. La contabilidad del PP y sus donantes están siendo investigados en la Audiencia Nacional.

4. Cáritas no recibe donativos sin justificar ni ha pagado su sede con dinero negro.  El PP, sí.    

5. Las cuentas de Cáritas están fiscalizadas por los inspectores de Hacienda. Las del PP, por el Tribunal de Cuentas, que controla el propio PP.     

6. El ministro de Hacienda ha criticado duramente a Cáritas por sus informes sobre pobreza infantil. El Ministerio de Hacienda ha defendido vergonzosamente al PP, a pesar de manejar dinero negro sin declarar.   

7. Cáritas se nutre de voluntarios, muchos de los cuales no cobran por su trabajo en plena crisis. El presidente del PP se subió el sueldo un 27% en plena crisis.    

8. Ningún gerente de Cáritas tiene cuentas en Suiza. Casi todos los tesoreros del PP han sido procesados por corrupción.

Inspectores de Hacienda creen que comparar al PP con Cáritas es comparar “un elefante con una pistola”. El presidente de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda, Ransés Pérez Boga, ha dicho durante su intervención en un curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE): “No tienen nada que ver”. Y ha explicado que se trata de dos organizaciones diferentes, con sistemas de financiación que se basan en leyes diferentes, una por la ley de partidos y otra por la ley de mecenazgo. A su parecer, esa comparación es “poco afortunada y no procedente”.


Oscar Iglesias, en NuevaTribuna.es, nos lo advierte en el reportaje ‘Desmoronamiento social: 1.826 milmillonarios’. “Hay una imagen –dice– en el reverso de esa realidad, que llega puntual todos los años en el mes de marzo, con los datos de los milmillonarios, que publica la revista Forbes. Se puede afirmar, sin exageraciones, que continua imparable la tendencia de acumulación de la riqueza, con 1.826 milmillonarios en el planeta en 2015. Lo que supone que, en plena crisis, ha aumentado el número de milmillonarios en 1.033 personas desde el año 2009, como se puede observar en el gráfico. Y además acumulan una riqueza de 7,05 billones de dólares, 4,65 billones de dólares más que en el año 2009. Esta acumulación de la riqueza está agudizando la ruptura del contrato social y agrava la separación entre un mundo dividido en pocos ricos y muchos pobres. La situación está llegando a un punto de no retorno, que de no empezar a corregirse inmediatamente va a generar un estallido social, político y económico de consecuencias difícilmente previsibles para el ser humano como especie. Para toda la especie, porque a pesar de esconderse en guetos de lujo, las élites económicas y políticas también se verán afectadas. El incremento de la desigualdad puede acabar con todo. Más de 2.200 millones de personas se encuentran en situación de pobreza multidimensional o cerca de ella. Esto significa que más del 15 por ciento de la población mundial, según Naciones Unidas, sigue siendo vulnerable a la pobreza ¿Alguien cree que morirán en silencio? Al mismo tiempo: casi el 80 por ciento de la población mundial no cuenta con una protección social integral; 842 millones de personas, alrededor del 12 por ciento de la población mundial padece hambre crónica; y más de 1.500 millones de trabajadores, es decir, casi la mitad de los trabajadores tienen empleos informales o precarios. Lo expresaba en otro artículo y lo vuelvo a reiterar, ¿Hasta cuándo van a aguantar los ciudadanos el sufrimiento, la miseria, la inseguridad, la pobreza y la desigualdad creciente? ¿Hasta cuándo los más pobres de los países devastados por la pobreza? ¿Hasta cuándo los ciudadanos que hasta hace poco disfrutaron de bienestar y derechos en sociedades con democracias consolidadas? ¿Hasta cuándo van a transigir los gobiernos? El tiempo se acaba, porque cada día es más evidente el fracaso social, político y económico que supone que haya tantos miles de millones de personas en la miseria y una élite que tiene como bandera la acumulación de la riqueza pisoteando la equidad. Por ese motivo, hay que avanzar ya en democracia. Con la equidad y la dignidad de las personas como principales objetivos civilizados. Y en esta batalla, a los ciudadanos que quieren hacer algo hay que decirles que se movilicen, participen y voten, porque es decisivo, imprescindible y crucial. Aunque puede no ser suficiente si el número de ciudadanos que lo hace no es mayoritario”.


“Al convulso año electoral –escribe Juan Carlos Escudier, en el artículo “La conspiración del Ibex 35, publicado en Publico.es–, le faltaba el ingrediente tipo perejil que nunca falta en estas salsas: la conspiración. Pues bien, la fase preparatoria del iter criminis, la confabulación, se supone que ya está en marcha y tiene como protagonistas a gente muy principal y de orden a las que le gustan los cambios, sí, pero sólo los de yate. Del complot formarían parte los señores del Ibex 35, un grupo de distinguidos ejecutivos y plutócratas que estarían tratando de influir en el resultado final de los comicios promocionando a Ciudadanos, la formación de Albert Rivera, con la ayuda de los medios de comunicación en los que tienen intereses. Los del Ibex habrían llegado al convencimiento de que el PP está más acabado que la telefonía fija y que la única alternativa para detener el empuje de Podemos es insuflar vida a su imagen reflejada en un espejo, esto es a un Podemos de derechas que restablezca el equilibrio cósmico. En esa teoría andan los desconcertados dirigentes de UPyD, que todavía siguen sin explicarse por qué los electores no valoran ese culo de hierro del que han hecho gala en algunas interminables sesiones parlamentarias. A los de Rosa Díez les han comido la tostada en sus propias barbas y temen que les pase lo que a Moisés, que tras conducir al pueblo por el desierto bipartito se les aplique el derecho de admisión en la tierra prometida. De ahí que se hayan convencido de que una mano negra o, mejor dicho, 70, se han conjurado para que el magenta sólo sea el color del vestido de las Barbies. La animadversión del club del dinero hacia Rosa y sus muchachos anidaría en esa costumbre suya de denunciar a banqueros, especialmente a Rato, que también era socio del casino y al que ahora se le ha visto en un curso de formación de voluntarios para la atención de excluidos sociales, quizás como autoayuda. Esto, claro, es lo que se interpreta en UPyD, que después de años de recibir las lisonjas y zalamerías de la derecha mediática, contempla con estupor cómo sus referentes se han entregado al ayuntamiento carnal con Rivera hasta consumar el adulterio. Porno duro”.

Albert Rivera, con el abogado Javier Nart, cabeza de lista de Ciutadans, en las elecciones europeas.

“Todo habría quedado –continua Escudier– en el simple resentimiento de un partido venido a menos de no haber sido porque a la tesis de la maquinación se ha sumado con inusitado ardor guerrero el PP, que del deleite de contemplar en las encuestas cómo Podemos convertía el tronco del PSOE en un mondadientes, ha empezado a experimentar en primera persona las habilidades del tal Rivera para la ebanistería fina. Después de mirar en derredor, los populares han concluido también que el Ibex se ha movilizado para hacerles una 13-14 y ello porque, en su opinión, si no el partido de los trabajadores –que la definición daba mucha risa– han sido quienes más han apretado las tuercas a las empresas, especialmente a la hora de retratarse ante Hacienda. En su caso, sería como mucho la conspiración del Ibex 34 porque dicen que Florentino Pérez, a cuya constructora se ha regado desde el Gobierno con indemnizaciones multimillonarias por sus fiascos empresariales, es un rico agradecido. Los del PP confían en que, finalmente, lo de Ciutadans –porque dicho así en catalán se conjura mucho el peligro– se dé un aire a la operación Roca y su Partido Reformista y concluya de la misma manera. Para facilitarlo, algunos han empezado a bucear en el pasado de su líder y hasta han encontrado una supuesta foto suya casi de primera comunión haciendo el saludo fascista. La imagen habría sido conmovedora si no fuera porque el del retrato era en realidad de Juan Parejo, la mano derecha de Monago, el viajero. Hasta ahora nadie ha mencionado que Rivera estuvo afiliado al PP hasta tres meses antes de ser elegido presidente de Ciudadanos, porque eso sería reconocer que es una cuña de su misma madera. Pretender que la ciudadanía se crea que los amos de la pasta mueven los hilos para que gobiernen sus marionetas es una completa pérdida de tiempo. Todo el mundo sabe que lo han venido haciendo desde el principio de los tiempos. La sorpresa sería que abandonaran de repente y sin previo aviso su afición por los guiñoles”.


Las Marchas de la Dignidad clamaron contra la ley mordaza.

Las Marchas de la Dignidad que llegaron el sábado a Madrid, exigiendo “pan, trabajo, techo y dignidad para todos” es la otra cara de esta primavera recién estrenada . Procedían de todas las comunidades y, tras haber recorrido las diferentes rutas –nueve, en total– se reunieron en la capital, donde estuvieron estrechamente vigiladas por 1.100 agentes de la Policía Nacional. Estaban formadas por gente que venía de fuera así como por la que vive en Madrid. Ginés Fernández, portavoz de dichas marchas, señaló que el viernes hubo integrantes de las Marchas “en el Campamento Coca-cola, en Fuenlabrada”. El sábado, todas ellas finalizaron en la Plaza de Colón a las 18.00 horas. Pese al mal tiempo reinante, Ginés previó con antelación: “La gente que sufre la crisis, es capaz de salir a una manifestación para reivindicar sus derechos mientras llueve o  diluvia”. El año pasado, las Marchas de la Dignidad contaron con el apoyo de más de un millón y medio de personas. Este año, el 21-M  “fue un paso importante para la huelga general”.  Decenas de colectivos sociales y políticos de todo el Estado volvieron a Madrid por segunda vez en un año para seguir reclamando pan, trabajo, techo y dignidad. Un total de 9 columnas llegaron a Colón a media tarde. Allí se celebró un acto previsto sobre las 19:00 en el que se leyó un manifiesto. La protesta llegó tras una semana en la que estos colectivos respondieron a la delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes tras unas declaraciones en las que se preguntaba quién había detrás de la convocatoria. “Detrás de las Marchas de la Dignidad –señalaron– están los 5,5 millones de parados, 600.000 familias desahuciadas de sus viviendas y adquiridas en muchos casos por fondos buitres, el 55 por ciento de los jóvenes sin empleo y con una única oferta, el exilio económico”. Coincidió esta jornada con el final del encierro de los enfermos de Hepatitis C en el Hospital Doce de Octubre, plataforma que se sumó también a la manifestación, juntamente con políticos de partidos como Podemos, IU o Equo.

La concentración en la madrileña Plaza de Colón.

La delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, no quería que las marchas de la Dignidad terminaran como el año pasado, con 29 detenidos y cien heridos, de los que 67 fueron policías. Y la candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid, pretendía que este año terminaran de forma diferente. Entre otras razones, porque una batalla semejante a la del año pasado, perjudicaría sin duda sus aspiraciones, máxime cuando la oposición está esperando cualquier incidente para exigirle que dimita. Además, este año coincidía con la jornada de reflexión de las elecciones andaluzas, por lo que cualquier incidente grave tendría una mayor repercusión. Los servicios de información de la Policía trabajaron para controlar a los grupos anarquistas y provocadores anti-sistema del año pasado. La Policía prestó especial vigilancia al término de la concentración, que celebró su acto central en la Plaza de Colón, muy cerca de la sede del PP. Pensaba que los grupos anti-sistema esperarían a que terminase la marcha oficial, como ya hicieron el año pasado, para saltar a cortar el tráfico y quemar contenedores. Pero, los organizadores insistieron en que el acto debía ser pacífico. En una rueda de prensa explicaron las razones de su protesta: “El Gobierno vende humo. Seguimos en una situación de emergencia social. Tenemos al 30% de la población sumida en la pobreza, a 600.000 familias desalojadas de sus viviendas, a cinco millones de personas en paro, a medio millón de jóvenes que se han tenido que marchar al extranjero a buscarse la vida. Continúan los recortes en salud, en educación, en dependencia, tenemos 12 muertes diarias de enfermos de hepatitis. La situación social que vivimos es un crimen contra la gente. Tenemos muchas razones para protestar”. Un fuerte dispositivo de seguridad trató de evitar que hubiera grupos que intentasen “reventarlas”, tal y como ocurrió el año pasado. En total, hubo 1.100 agentes, lejos de los 1.600 del año pasado, pero también se esperaba una menor afluencia de manifestantes. “Espero y confío –dijo Cifuentes en declaraciones a Europa Press– que sea una manifestación pacífica, como la inmensa mayoría de las que hay en Madrid. Me gustaría que se desarrolle sin ningún tipo de incidentes; que sea pacífica, reivindicativa y razonable como cualquier otra”. Los dispositivos que se organizaron incluían la presencia de efectivos de la Guardia Civil que acompañasen  por la carretera a los manifestantes en sus diferentes trayectos a pie hasta la capital “para evitar cualquier tipo de problema de tráfico y garantizar la seguridad de los manifestantes”. Cifuentes también detalló un dispositivo de Policía Municipal de Madrid para garantizar la movilidad dentro de la ciudad. Y recomendó a los madrileños que utilizasen preferentemente el transporte público, sobre todo el Metro.

La cabecera de la columna del Sus a su llegada a la Glorieta de Carlos V.

A las seis de la tarde varias columnas del centro y el noroeste llegaron a la calle Génova. Un fuerte dispositivo policial acordonaba la sede del Partido Popular, mientras miles de personas coreaban: “Se va a acabar la dictadura popular”, “Ladrones, ladrones” y “Esta es, aquí está, la cueva de Alí Babá”. Ondeban muchas banderas asturianas y republicanas. La Plaza de Colón se llenó mientras seguían llegando manifestantes desde el sur. Comenzó el acto, mientras caí algo de lluvia. Desde el escenario los organizadores dieron la bienvenida a los manifestantes en todas las lenguas del Estado y reclaman al grito unitario “Pan, trabajo, techo y dignidad”. Desde el escenario, se reclamó: “Hoy, en el Estado español, aumentan los millonarios y también los pobres, es patente la descomposición del régimen del 78 y de una Constitución que no reconoce el derecho a decidir de las naciones”. Llamaron a la huelga general en octubre y los convocantes recordaron a los enfermos de la hepatitis C y a los detenidos del colectivo Distrito 14 por protestar contra los desahucios. A las siete menos cinco, tomó la palabra un manifestante de Alicante, que vino andando desde el 6 de diciembre junto a activistas de Albacete y del resto de la Comunidad Valenciana. “Andamos –explica– por las personas dependientes, por las personas con enfermedades raras, por los derechos LGTB, por los pueblos olvidados, el palestino, el saharaui, el mapuche”. Le siguió un representante de Navarra: “Gracias, mujeres y hombres, decididas a plantar cara a este gobierno corrupto”. “Ninguna persona es ilegal”, coreó una multitud encendida. Al micrófono, un portavoz de la columna de Andalucía habló de “los que tenemos trabajo, cada vez más empobrecidos, los miles de jóvenes se van de este país porque aquí ni tienen futuro, del aumento los desahucios y de cientos de familia a las que nos cortan la luz. Esto es un expolio intolerable, lo llaman democracia pero no lo es. El capitalismo es un sistema criminal, las conquistas sociales siempre se consiguieron desde la lucha en las calles”, concluyó el andaluz. “Sí se puede”, le responde la masa. . 

 La orquesta Solfónica. 

La portavoz catalana recordó a los condenados por el cerco al Parlament, realizado hace unos años. “En Cataluña nos gobierna la mafia de CIU y el ejemplo de esto es la familia Pujol”. Llamó a una huelga desde abajo, para que sea un referente, “una huelga general laboral y de consumo”. Luego, habló una portavoz del País Vasco. “Tenemos que ganar en las calles el empleo digno, el reparto de la riqueza y la renta básica universal”. El portavoz  canario recordó que “Canarias, que votó no a la OTAN, ahora tiene que soportar unas bases militares contra su voluntad”.  Otro orador  añadió: “Cantabria es una tierra machacada por las políticas del PP. Mientras hablan de recuperación económica, nosotros seguimos en la miseria, Nuestra mejor herencia es la lucha en la calle”. Una representante de Castilla-La Mancha recordó que el Gobierno de Cospedal es el referente de los problemas ciudadanos”. “Cospedal a Soto del Real”, se coreó.  El portavoz de la columna de Andalucía habló de “los que tenemos trabajo, cada vez más empobrecidos”… Citó a “miles de jóvenes se van de este país porque aquí ni tienen futuro…Aumentan los desahucios y cientos de familia nos cortan la luz… Esto es un expolio intolerable, lo llaman democracia pero no lo es… El capitalismo es un sistema criminal…Las conquistas sociales siempre se consiguieron desde la lucha en las calles”. “Sí, se puede”, le respondió la masa. Una representante de Aragón aseguó desde el escenario: “En Aragón, tenemos un consejero de Sanidad que no duda en cerrar laboratorios público y en aumentar las listas de espera”. Un miembro de la organización de Asturias concluyó su discurso: “A galopar, a galopar hasta enterrarlos en el mar. No a la mafia, por la ilegalización del Partido Popular”. Otro portavoz de Cantabria sostuvo: “Cantabria es una tierra machacada por las políticas del PP. Y otro orador: “Mientras hablan de recuperación económica –nosotros seguimos en la miseria. Nuestra mejor herencia es la lucha en la calle”. Una representante de Castilla-La Mancha recordó que “el Gobierno de Cospedal es el referente de los problemas ciudadanos”. “Cospedal a Soto del Real”, se coreó. Tras recitar unos versos de Antonio Machado, habló un portavoz de Castilla y León. Un grupo de seguridad con petos rojos, creado por la organización de las Marchas de la Dignidad, velaba para evitar posibles incidencias. El acto terminó a las ocho, con la actuación de La Solfónica que entonó, desde el escenario, el Grandola Vila Morena. Los manifestantes cantaron el himno de la Revolución de los Claveles que compuso Zeca Alfonso. “Nos vemos en las calles”, gritaron. La Solfónica interpretó la Canción del Pueblo y la Rianxeira. El acto fue muy concurrido, alcanzando, según los convocantes,  “cientos de miles de personas.

Políticos y empresarios que ocultaron su dinero en paraísos fiscales. Otros fotomontajes  del momento: El PP de Rajoy, La libertad creativa de Aznar, Seis de cada siete españoles notan una clara mejoría en su economía, Cuando los políticos se jubilan, El fondo de buitres, No imputados, sino investigados y Los peperos de la Cruz Roja.











El humor de la semana en la prensa: El Faro, El Roto, Forges, Peridis, El chicotriste, Fontdevila, Pat, Vergara, J. R. Mora, Feranmartín…















                                                       Creación de Adán. Yo soy Varoufakis.

Pep Roig, desde Mallorca, nos presenta sus dibujos El zigzagueo del president Bauzá, El país de los privilegiados, El poder de la comunicación, La inexplicable estafa democrática y Desobediencia.






Entre los vídeos seleccionados esta semana: Los ricos no lloran. Rebélate, Dinero público, Pesadilla en la
cocina y La casta no viaja en Metro.


Documental que explica cómo el sistema monetario (apoyado incondicionalmente por la clase política) manipula y controla las condiciones de vida de millones de personas en el mundo. Nos quieren hacer creer que es una crisis que ha llegado de la nada. Sin embargo, no se trata de una crisis casual, más bien podríamos aseverar que vivimos una de las mayores estafas financieras de la historia que vamos a pagar los de siempre: la cada vez más debilitada clase media.

   
Pesadilla en la cocina de Elm Street - José Mota Presenta @MichanFinlandia
La Solfónica. La casta no vieja en metro

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