sábado, 12 de marzo de 2016

Antonio Tello. Escritor y bibliotecario argentino.

Mi amigo, Antonio Tello, escritor y poeta argentino al que conocí en Barcelona, cuando trabajaba en la revista Interviú, de la que llegó a ser presidente del Comité de Empresa y con quien siempre mantuve  una gran amistad,  ha sido designado en la Argentina, a donde se fue, Asesor de Presidencia en Letras y Bibliotecas de la Agencia Córdoba Cultural, a la vez que mantiene su condición de responsable del área Literatura y Pensamiento de la delegación local de la Agencia. “No voy a negar –reconoce Tello en Puntal.com.ar, agradecido– que, al regresar a este país y afincarme en la ciudad de la que me tuve que marchar sin quererlo, tenía expectativas de rápida reinserción pero, aún para mi confianza, esta velocidad resulta sorpresiva”.

Hace más de un año, Antonio Tello tuvo que abandonar España tras casi cuarenta años de vivir en Barcelona, por su falta de trabajo y dificultades pecuniarias como escritor. Hoy se le echa de menos mientras, en la Argentina, reconocido como escritor y poeta, tiene las puertas abiertas. “Fernando Sassatelli, director de la Casa de la Cultura de Río Cuarto, consideró mis posibilidades, me sumó a su equipo desde un principio y sigue confiando en que mis ideas y mi trabajo son dignos de ser impulsados”. Su primera tarea fue la recuperación estructural del edificio de la Biblioteca, que ha sido, en el pasado, la residencia de los gobernadores de Córdoba: “Hay bastante trabajo que hacer, incluida la recuperación de varios frescos de gran valor, pero vale la pena por lo que ese edificio significa para el Patrimonio Cultural. La idea es lograr que, además de quienes habitualmente utilizan la Biblioteca, también los jóvenes y los niños tengan motivo para circular frecuentemente por ella, y, en ese sentido, pensamos instalar video-juegos educativos, dotar de espacios en los que se pueda acceder a e-books, y crear salas de producción individualizadas, incorporando fuertemente esa fuente de acceso que son las nuevas tecnologías”.

Tello tiene ideas al respecto. Por ejemplo, con los talleres, pretende que, una vez al mes, se armen tertulias literarias. Con respecto a la Junta de Historia, piensa avanzar en la instrumentación de un ciclo de charlas, Al Hilo de la Historia, e impulsar la escritura y edición de una Historia de la Biblioteca. Para cerrar el profuso diálogo tapizado de proyectos, Antonio retoma su designación en la Biblioteca: “Además de lo que significa para un hombre de letras, para un poeta, estar al frente de una institución de esas características, siento que, secretamente, estoy siendo compensado por la pérdida de dos bibliotecas personales, consecuencia de mi obligado destierro. Por eso, este cargo, además de suponer un compromiso, genera en mí una emoción muy profunda”. Desde aquí le deseo todo la suerte y merecimiento que se merece como escritor y poeta.

2 comentarios:

Antonio Tello dijo...

Muchas gracias, Santiago. No había leído hasta hoy esta publicación tan llena de cariño. Un abrazo fuerte.

Antonio Tello dijo...

Sólo una aclaración. Los problemas en España se suscitaron como consecuencia del juicio sin resultado positivo que plateé al club internacional del libro por reclamo de derechos de autor derivados de una mala interpretación del art. 8 de la Ley de Propiedad Intelectual. Lamentablemente estuve solo en la acción, porque de haber ganado, las editoriales -todas las grandes- hubiesen tenido que desembolsar millones de euros para pagar los DD.AA. a decenas de escritores que vienen explotando hasta el día de hoy. Vamos, que lo que no consiguieron en los ochenta en el Grupo Z, lo consiguieron las editoriales gracias a la corrupta justicia española.