domingo, 2 de octubre de 2016

Guerra fratricida en Ferraz.

Campo de batalla socialista.

“La negativa de Pedro Sánchez a dar su apoyo en forma de abstención a Rajoy –escribe acertadamente Carlos Huerga– ha desembocado en un auténtico aquelarre socialista. Los malos resultados en las autonómicas gallegas y vascas han servido de catalizador y el llamado sector crítico, así como las fuerzas vivas (o viejas glorias) del partido quieren sacrificar a Sánchez. La dimisión de parte de la ejecutiva no le ha tumbado, pero se vaticina una auténtica batalla que no sabemos cómo va a acabar”. Dos días después de que Pedro Sánchez anunciara la convocatoria de un congreso extraordinario del Partido Socialista, y de unas primarias en las que pudieran votar todos los militantes de la organización, 17 de sus compañeros de la Ejecutiva Federal presentaban su dimisión a través de una declaración firmada. Protagonizaron su gesto para forzar a abandonar la dirección de la organización. Entre los firmantes se encuentra Tomás Gómez, a quien Sánchez destituyó como secretario general del PSM en febrero de 2015, Ximo Puig –presidente de la Generalitat valenciana–, Carme Chacón y Micaela Navarro, presidenta honorífica de la formación, Antonio Pradas, diputado afín a Susana Díaz y encargado de llevar las firmas de los dimisionarios hasta la sede de Ferraz… Los miembros de la Ejecutiva Federal pretendían sumar otros dos anteriores —las de José Ramón Gómez Besteiro y Javier Abreu como vocales—, y la de Pedro Zerolo, que murió en junio de 2015. El grupo apela a la falta de más de la mitad de ejecutiva –20 miembros de 38–, para interpretar que Sánchez debe dimitir. Para César Luena, secretario de organización del Partido Socialista, estas marchas no cambian el curso de la organización, que ya ha previsto un comité federal –paso necesario antes de convocar un congreso–, y el cónclave, acompañado de primarias, del que saldría una nueva ejecutiva. Se habla de un golpe de estado perpetrado en Ferraz, tras el cual los críticos ya no reconocen a la Ejecutiva y piden una reunión de la Comisión de Garantías, donde son mayoritarios. Pero ni Sánchez ni los suyos han dado todavía su mano a ceder. Insisten en que, tras la dimisión de 17 miembros, la Ejecutiva Federal no puede ser disuelta y niegan la posibilidad de que se cree una gestora. De esta manera siguieron en pie, creándose una auténtica guerra sin cuartel entre los fieles a Pedro Sánchez y los críticos, con Susana Díaz al frente. Los miembros que permanecen en la dirección mantienen la hoja de ruta con un solo cambio: que el congreso que querían celebrar entre el 2 y el 4 de diciembre sea a mediados de noviembre.

Voces que reclaman la unidad de izquierda en las puertas de Ferraz.

El PSOE estalla, hecho pedazos. Ni los más viejos del lugar recuerdan un enfrentamiento tan virulento. Ni siquiera entre guerristas y renovadores, o la pugna entre Joaquín Almunia y Josep Borrell, allá por los noventa. La primera protesta surge de labios de Felipe González, en la Ser, quien intenta justificar por qué “sus chivatazos” de que el PSOE se iba a abstener en una segunda votación no habían sido buenos. Con muy malas formas acusa a Pedro Sánchez de haberle engañado, y no duda en pedir que dimita si el Comité Federal no aprueba su convocatoria del 39º Congreso. Antonio Pradas mantiene un enfrentamiento con César Luena, el número dos del PSOE. Los máximos dirigentes del partido intentan atemperar la situación y vuelven a su discurso de que su objetivo es que hable la militancia, y que decida entre dejar gobernar a Mariano Rajoy o intentar buscar un Gobierno alternativo con Podemos y Ciudadanos. Pradas vuelve a la sede del PSOE y, ya desde la calle, proclama que ya no reconocen a la Ejecutiva Federal y que quieren la convocatoria de la Comisión de Garantías para interpretar los Estatutos. No obstante, fuentes de Ferraz aseguran que no hay manera de interpretar los Estatutos de otra forma, y que la convocatoria de una gestora es cuando dimite el secretario general voluntariamente, como había ocurrido con Almunia. E insisten en que la dimisión de la mitad de la Ejecutiva sólo obliga a un Congreso Extraordinario. Pero los críticos ya no reconocen a la Ejecutiva y piden una reunión de la Comisión de Garantías para que dirima sobre los Estatutos
Susana Díez y Pedro Sánchez

“El monumental enredo en el que se encuentra hoy el Partido Socialista –escribe Luis Grañena en CTXT, en Público del pasado miércoles– tiene sus raíces en un miedo que no es nuevo: el miedo del establishment del PSOE a su propia militancia. (Establishment es un término inglés usado para referirse al grupo dominante visible o élite que ostenta el poder o la autoridad). Simplemente, están aterrorizados ante la idea de que el secretario general, Pedro Sánchez, defienda su propia parcela de poder, conectando con una militancia que se está desplazando ligeramente a la izquierda. Una tendencia que no es exclusiva del PS español sino que se aprecia en la militancia de los partidos socialdemócratas de otros países europeos, empezando por el Partido Laborista británico, y con la llegada al poder de Jeremy Corbyn. La decisión de Pedro Sánchez de convocar unas primarias y un congreso del partido, apelando al “No es no” contra Mariano Rajoy y el PP, ha provocado un auténtico ataque de pánico. Al margen de las discutibles cualidades de liderazgo interno de Sánchez, es su intento de llegar a formar un gobierno con Podemos y fuerzas soberanistas catalanas lo que ha desencadenado una ofensiva fulminante del sector dirigente socialista (…) Sánchez procede del aparato que ahora le quiere desbancar, pero, quizás porque ha sido objeto de una enconada oposición interna casi desde el mismo momento en que llegó a la secretaría general e intentó ampliar su propia parcela de poder, ha ido acercándose a esas posiciones. Al menos, como única manera de alcanzar el gobierno… Pero ahora, sus colegas del PSOE no están dispuestos a pasar por el mismo trance: intentan evitar, como sea, una votación parecida. Más aún porque Sánchez ha conseguido que la votación gire en torno al “no es no”, que representa él mismo y el empeño del aparato más clásico del PSOE de controlar cualquier giro a la izquierda de la organización. En el fondo, tiene razón Pedro Sánchez cuando afirma que el PSOE tiene que discutir qué papel desempeña hoy en Europa la socialdemocracia. La crisis de los partidos socialistas europeos es un hecho y se prolonga desde hace ya algunos años”. 

Felipe González dice que  se siente engañado por Pedro Sánchez.
El expresidente del Gobierno, Felipe González, asegura en la cadena SER que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, le dijo este verano que los socialistas se abstendrían en la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy para no impedir la formación de Gobierno. “Y claro, me siento engañado y defraudado por Pedro Sánchez”, dice González, quien insiste: “El PSOE se debe abstener; hoy lo opino con más fuerza”. Sánchez reaccionó con un comunicado en el que afirmó respetar las opiniones de su antecesor, pero no valorarlas, añadiendo que el no a Rajoy lo aprobó el Comité Federal. El exlíder del PSOE opina que Sánchez debería dimitir si el comité federal del partido rechazaba el sábado su plan de convocar un congreso en diciembre, precedido por unas primarias para elegir líder el 23 de octubre. “En la cultura del partido, si el comité federal fija una posición, la que sea, abstención, no abstención, voto en contra o medio pensionista, esa posición mayoritaria la asume todo el mundo y si [el secretario general] no la quiere asumir, obviamente tiene que dimitir”, sostiene González. Y añade: “Alguno tendrá que asumir responsabilidad política por ir de derrota en derrota se supone que hasta la victoria final”. En medio de la batalla interna del PSOE, con la mitad de la ejecutiva dimitida para forzar la salida de Sánchez y evitar el congreso federal planteado, González repite sus declaraciones en Chile, advirtiendo que él no es Dios. “No, no he vuelto a sentarme a hablar con él. He intercambiado dos mensajes en una visita que hice a Argentina (...) Y si ha hablado con los secretarios territoriales tantas veces como conmigo entiendo que la situación en el partido sea complicada. Conmigo no tiene necesidad, pero con los que tienen que gobernar y dar la cara delante de la gente, sí. Lo que me gustaría que ocurriera es que hablaran, que se debatiera en el comité federal y que se respetaran las resoluciones del comité federal”. 

Periodistas y cámaras de televisión se concentran en la entrada del PSOE en Ferraz.
En la calle de Ferraz hay estos últimos días más expectación que nunca. Unos se acercan para protestar. Otros, para apoyar. Medios y ciudadanos, por interés o por curiosidad. La Policía Municipal para evitar que se corte el tráfico de la calle. Los dos bandos del PSOE se acusan mutuamente, en una guerra abierta. Por un lado, el secretario general del partido, Pedro Sánchez, reúne a lo que queda de la Ejecutiva, entendiendo que sigue teniendo la legitimidad para dirigir el partido. Por el otro, Verónica Pérez, presidenta del Comité Federal y enviada de Susana Díaz, se autoproclama como la “única autoridad del PSOE”. Pero Sánchez, dispuesto a dar la batalla hasta el final,  convoca oficialmente un Congreso Extraordinario, ratificado en el Comité Federal y mantenido para el sábado, 1 de octubre. La propuesta de la dirección socialista es abrir ya el proceso de primarias para elegir un nuevo secretario general el 23 de octubre y celebrar el Congreso Extraordinario, en noviembre (la diferencia con un congreso ordinario es que el extraordinario solo decide la composición de los órganos de dirección del partido, no el proyecto político). A la reunión de la Ejecutiva faltan, además, dos miembros que no habían dimitido: Carmen Montón y Rosa Eva Díaz Tezanos, quienes alegan motivos de agenda.  Verónica Pérez solicita la convocatoria de la Comisión de Garantías. Y reclama documentación a la Secretaría de Organización para la convocatoria del Comité Federal. Dos horas espera en la planta baja y ni es recibida ni nadie le entrega nada.


Desde el  miércoles por la tarde, Ferraz permanece con las puertas cerradas, como una fortaleza inexpugnable. Ninguno de los numerosos periodistas que cubren la actualidad puede entrar en el recinto. Los bares, los bancos de la calle e incluso el suelo están copados por compañeros con sus respectivas libretas y cámaras. Antonio Pradas, quien presenta las firmas de los 17 dimitidos, no puede recoger de su despacho ni la fotografía de su familia. “La decisión de Pedro Sánchez de legitimar su liderazgo ante la militancia socialista en menos de un mes y la elección de la primera semana de diciembre para el 39º Congreso –escribe Federico Castaño en Vozpóli–, son interpretadas por los barones que pidieron su cabeza como la declaración de la guerra total. Después del órdago lanzado el lunes por Pedro Sánchez a los barones regionales, emplazándoles a que se atrevan a defender en público la investidura de Mariano Rajoy y a medirse con él en la pelea por el liderazgo del PSOE el próximo 23 de octubre, la guerra abierta en el conjunto del partido sólo puede acabar con una refriega sembrada de cadáveres. Es la opinión de la mayoría de las federaciones, que ven a Sánchez forzando al país a unas terceras elecciones con él de candidato, salvo que el comité federal del sábado lo remedie. La guerra abierta puede dejar el PSOE lleno de cadáveres, advierten en el partido… Sánchez dice estar convencido de tener la mayoría en el comité federal para sentirse avalado mientras que los barones creen que pueden darle la puntilla. Que el máximo órgano del partido entre congresos y la comisión ejecutiva choquen de frente no tiene precedentes en la historia reciente del PSOE, por lo que federaciones como la andaluza, la extremeña y la castellano-manchega no ocultan que la apertura formal de hostilidades es un hecho”.

     Pedro Sánchez señala que Felipe González está en el bando de la abstención y le gustaría saber en cuál está Susana Díaz.

La federación balear y la navarra han sido, junto a la catalana, las únicas que salen en defensa de Sánchez, reconociéndole su derecho a intentar gobernar con Podemos. La gallega y la vasca, todavía calientes por el desastre electoral, acusan a los barones contrarios al secretario general de trabajar con una profunda deslealtad, provocando un ruido suicida en plena campaña. “Si Sánchez gana la guerra –advierte Federico Castaño –, el bloqueo político se prolongará hasta finales de octubre y es altamente probable que haya que ir a unas terceras elecciones dadas las escasas posibilidades de que prospere el 'Gobierno Frankenstein'. Si la votación la ganan los barones, Sánchez tendría que dimitir, se nombraría una gestora y habría tiempo para facilitar la investidura de Rajoy. Esta refriega suicida dentro del PSOE solo se vería paralizada, advierten fuentes socialistas, en el supuesto de que el lendakari Iñigo Urkullu anunciara su voto favorable al candidato del PP y, junto a Ciudadanos, permitiera que el Rey le diera una segunda oportunidad a Rajoy. De esta forma, el PNV salvaría al PSOE del naufragio. Habrá que estar atentos, por tanto, a los movimientos del nacionalismo vasco en los próximos días”.


“Algo habrá hecho bien Pedro Sánchez –escribe Javier Pérez de Albéniz en Cuatopoder, bajo el título ‘Sánchez agoniza ¡Viva Sánchez!– cuando el mismísimo dios del socialismo, Felipe González, ha bajado a la tierra y se ha reencarnado en el Señor X: ‘Nunca hemos tenido peores resultados en el País Vasco, a pesar de las cosas que hicimos… ta, ta, tá’. Algo habrá hecho bien Sánchez cuando Corcuera ha dejado por unos minutos el bar de la residencia, ha tirado por el water la medicación y se ha presentado en el plató de La Sexta para lanzar un derrote: ‘Me molesta que venga Iceta, un perdedor cum laudem (sic), y me diga lo que hay que hacer’. Algo habrá hecho bien Sánchez cuando toda la caspa del PSOE, toneladas de costras de piel muerta, cae sobre él con la fuerza despiadada de una avalancha en el K2. Cuando 17 judas le apuñalan por la espalda en un golpe de partido inédito en nuestro país. Algo habrá hecho bien Sánchez cuando quieren que abandone el liderazgo del Partido Socialista por negarse a pactar con el PP, un partido corrupto. Algo habrá hecho bien cuando todos los grandes medios de comunicación españoles quieren verlo muerto. Lea los editoriales de El País, admire las portadas de La Razón y ABC, escuche los sermones de García Ferreras, oiga las entrevistas de la Cadena Ser, vea los reportajes del duopolio televisivo… La idea de que el mejor Sánchez es el Sánchez muerto lleva semanas circulando como la pólvora por las redacciones más elegantes y pizpiretas de España. Todo mejorará en este país podrido cuando el cadáver del líder socialista (en el momento de escribir estas líneas) salga de Ferraz por la puerta de atrás. ¡Milagro! Brillará el sol y volarán las golondrinas. Las constantes vitales del PSOE, de nuevo en manos de los verdaderos dueños del negocio de la falsa izquierda, resucitarán. La salud de la democracia, que entonces ya no necesitará terceras elecciones, se reforzará. Y el retorno del bipartidismo, con Cospedal tendiendo la mano a García-Page, será una realidad”.


En julio del 2014, José Antonio Pérez Tapias disputó a Sánchez la secretaría general del Partido Socialista, al igual que lo hizo Eduardo Madina. Entonces, Tapias era el candidato del grupo Izquierda Socialista, la única corriente ideológica reconocida formalmente por el PSOE, y considerada del ala progresista del partido. A Sánchez, al contrario, se le identificaba con la tendencia más moderada del grupo. Sin embargo, uno y otro coinciden, hoy, en su voluntad de llegar a un acuerdo parlamentario con Podemos para evitar un Gobierno del Partido Popular. “Esto –advierte Pérez Tapias al periodista Francisco Pastor, poco después de conocer las dimisiones en Ferraz– tiene todas las características de una rebelión antidemocrática. Es un uso abusivo de los estatutos. Se venía escuchando en boca de dirigentes relevantes, y conocíamos la posibilidad de que dimitiera la mitad de la ejecutiva. Yo confiaba, aún, en que quedara un poso de prudencia política, de cultura de partido y de respeto hacia sus compañeros de mesa. Esperaba que no llegáramos a este punto. Aquí se mezclan dos cuestiones. Lo primero, una protesta ante el congreso y las primarias anunciadas, según ellos, de forma precipitada, el lunes. Querían parar eso. También, llevar el partido hacia esa abstención que facilitaría un gobierno del Partido Popular. Espero que estos compañeros den cuenta, con todas las consecuencias, de su decisión, que aclaren el porqué.  Pero dudo que los dimisionarios puedan mirar a los militantes a la cara… Hay un engranaje de poderes territoriales, muy repartidos, y hay federaciones cuyos dirigentes están posicionados, claramente, en contra del secretario general. Podrían haber trabajado sus aspiraciones a través de cauces democráticos, o en los mismos medios de comunicación. Este mismo sábado –1 de octubre– podrían haber discutido en el comité federal convocado. Pero esos líderes se han adelantado, y han forzado la dimisión de estos 17 miembros de la ejecutiva. Han querido hurtar ese debate, ese ejercicio democrático. Pedro Sánchez ha padecido presiones impresentables. Habla el diario El País de un partido secuestrado: pues no lo está. Más bien, al contrario. Algunos líderes pretenden secuestrar a sus compañeros”.

Eduardo Madina, Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias, en julio del 2014.

Pérez Tapias cree que hubo precipitación o desesperación en la reacción de Pedro Sánchez. Algún error táctico. “Pero creo que no le quedaba otra salida, porque las presiones que ha habido son injustificables, de lobby, y han llevado al secretario general al acorralamiento. Se le ha atado de pies y manos cuando trataba de forjar alianzas y pactos fuera del partido. Esto viene de muy atrás. Lo importante es que, en el congreso, cuando toque, se pregunte a la militancia. Y se pronuncia a favor de un pacto entre PSOE y Podemos. La militancia quiere un gobierno alternativo. Es lo coherente y es la única manera de transformar ese ‘no’ en un ‘sí’: un ‘sí’ a un gobierno y a un pacto que lo haga viable. No dudo, por lo que veo en los sondeos, de que la militancia sigue estando muy a favor de esa propuesta. Mucho más animado ante esa idea que las ejecutivas y los cuadros del partido. Creo que Pedro Sánchez, como los ciudadanos, ha cambiado su sensibilidad ante lo que ocurre en nuestro entorno, más crudo que hace dos años. La crisis institucional del Estado, el conflicto territorial, el mismo bucle de la Unión Europea o el drama de los refugiados nos han llevado a otro contexto. Al Partido Socialista, además, no le queda otro remedio que entrar en dinámicas de alianzas y pactos, porque la izquierda ya no se puede defender en solitario. Entonces, yo era el único [de los tres candidatos a secretario general] que defendía el diálogo con Podemos, abrirnos a lo que esto significaba. Su peso ha crecido desde entonces, claro, y hay que dar nuevas respuestas. Hubo quien dijo que los resultados del domingo fueron históricos, subrayando su carácter negativo. Y sí, eran malos, pero estos no se generan de la noche a la mañana. Si lo miramos de cerca, veremos que Podemos ha ascendido en Euskadi y en Cataluña: lugares donde el Partido Socialista, ante los problemas territoriales, y a diferencia de ellos, ha sido incapaz de dar respuestas claras. Y eso no significa decantarse hacia la independencia. El modelo de partido, su orientación y su estrategia, requiere un diálogo más largo que el que encontraremos en un congreso como el anunciado. Quienes quieren favorecer un gobierno popular, quieren llevar al Partido Socialista a un lado. Quienes buscamos ese gobierno alternativo queremos, naturalmente, más izquierda: una posición a largo plazo. Y sí, Susana Díaz y Pedro Sánchez están en la coyuntura histórica de encarnar esas dos tendencias. Muy a pesar de aquel pacto de Ciudadanos, ocurrido hace unos meses, con el que muchos tuvimos un posicionamiento crítico”.

“Sánchez huele a cadáver y Rivera está desaparecido”, escribe RGAlmazán en su blog Kabila. “El río de las elecciones vascas y gallegas ha arrastrado al mar del éxito a algunos (PP en Galicia y PNV en Euskadi), ha mantenido a flote a otros (Bildu, En Marea, Podemos y BNG), y ha hundido de forma inexorable al PSOE y a C’s. El PSOE ha tenido los peores resultados de su historia. Lleva concatenando peores datos desde la marcha de Rubalcaba en todas las elecciones donde se presenta… Lo de Sánchez huele mal, fatal. Su fracaso en las dos comunidades hace que sus ‘queridos compañeros’ de su partido, esos que se lo quieren cargar desde que llegó, estén más alborotados que nunca. Es difícil que pueda salir de esta situación, porque, aunque la responsabilidad es en gran parte de los barones rebeldes, que le han hecho la cama durante la campaña, no puede esconderse y echar la culpa a los demás, cuando él es la cabeza visible. El fuego amigo le ha golpeado seriamente y Susana, empujada por Emiliano y Guillermo, está a puntito de dar el salto del ángel y caer sobre su cabeza” (…). “La tristeza –lamenta Garcia Almazán– es que los resultados de los socialistas hacen más difícil la posibilidad de un gobierno sin el PP. Sánchez ha perdido confianza suficiente con los resultados como para que Unidos Podemos se lo piense. Hoy ya no es anteayer, aunque la única aventura positiva del líder socialista es conseguir ser presidente de gobierno antes de que le ‘dimitan’ ”. 


En su artículo “Maldita realidad”, aparecido en el diario Público, Alberto Sotillos escribe: “Se le agotan las excusas al PSOE y a Pedro Sánchez. Las del líder y las del partido son muy parecidas, pero cada uno tiene algunas específicas. La más común y extendida es ese mantra de que ‘es una situación muy complicada’, porque ‘hay nuevas fuerzas políticas’ en un ‘escenario nacional de bloqueo que está generando hartazgo en la ciudadanía’. Las tres afirmaciones son ciertas y el PSOE se aferra a ellas desde el primer día. El detalle que se les olvida es que eso no es ni más ni menos que la realidad y afecta a todos por igual. Esa descripción que hacen no es un universo paralelo en la que sólo compiten ellos de forma injusta, es el mismo escenario en el que se mueven todos los partidos, incluido un PP que revalida mayoría absoluta en Galicia. Por lo tanto, seguir escuchando a los dirigentes del PSOE decir que sus malos resultados son culpa de ‘la situación’ es como si Zidane se quejara de que el equipo rival tiene un portero que no quiere que le metan goles. Pero es definitorio. El PSOE está peleado con la realidad. Se niega a sumirla, considera injusto que haya otros partidos que quieran el voto y hasta parece indignarle que hagan campaña, les ataquen y traten de ganarles. ‘¡Es que hay más partidos y encima quieren ganarnos!’ parecen gritar las paredes de Ferraz. No hay peor lucha que contra lo real. Es una batalla perdida de inicio, que te lleva irremediablemente a la extinción. ¿Es injusto que aparezca en la naturaleza un nuevo depredador? No, es inevitable. O te adaptas y compites o adiós”.

Pedro, haciendo aguas.

“Luego –continúa Sotillos–, están las excusas particulares de Pedro. Son, sin duda, respuestas muy naturales de supervivencia, pero sin capacidad de cambio y adaptación. Se queja de los ataques que recibe internamente, olvidando que como secretario general es responsable de solucionarlo. Si demoras durante meses y meses un Congreso del partido, lo normal es que entonces los comentarios y críticas al no poder hacerse ahí, se hagan donde sea. Es normal que si no tuiteas nada durante la noche electoral en Euskadi y Galicia la gente busque tuits tuyos de 2012 en los que reconoces la paliza que te están dando, aunque fuera jugando a la Oca. Es normal que si usaste presiones viles para quitar a tus rivales en Madrid, Galicia y medio partido, esas personas no vean injusto que se usen esas mismas armas contra ti. ¿Es mejor ir a unas elecciones con todo el partido ayudando, sin críticas internas, sin rivales, con listas apoyadas por todos y sin guerras internas? Sí, justamente esa es la labor de un secretario general. Si esa situación óptima no se da, toca asumir responsabilidades. Aunque sea –o consideres que es– injusto. Querer solucionarlo todo con una consulta a las bases suena bien, pero vuelve a ser acordarse de la militancia cuando no hay más remedio. No son pocos los que dicen que cada vez que un dirigente apela a las bases es la prueba irrefutable de que está acabado en el partido. Desde luego la experiencia demuestra que por ahora así es”.


“A pesar de lo sucedido –escribe Luis Gonzalo Segura bajo el título ‘Felipe González y el tiro en la nuca’, en Público.es –, todo parece continuar en el mismo lugar en el que se encontraba, si acaso se percibe un poco más de algarabía callejera por la emisión televisiva (por capítulos) del aquelarre socialista. La fiesta, en la que hubo mucho macho cabrío, y mucha hembra también, terminó por descubrir que el PSOE es un zoológico del infierno en el que no han faltado ni bestias ni espectáculos: golpes de estado, puñaladas, ruedas de prensa en mitad de la calle, órganos políticos que son legítimos e ilegítimos, reconocidos y no reconocidos, irreconocibles (…) Estaba claro que, a tan diabólica fiesta, no podía faltar la bestia más satánica de todas, Felipe González, que se despachaba con las siguiente declaración: ‘Nunca hemos tenido peores resultados en el País Vasco, ni a pesar de lo que hicimos… ta, pa, pá…’. La frase, que pretendía ser un tiro en la nuca de Pedro Sánchez, de eso sabe mucho Felipe, se convirtió en una desfachatez insoportable en cualquier país decente. Nosotros no lo somos. Es una frase repugnante y terrorífica si pensamos en los torturados, despellejados, asesinados y cubiertos de cal, una depravación a la que solo le faltó la escenografía de ver a Felipe González con la mano como si apretase un gatillo cuando afirmaba ta, pa, pá… A pesar de semejante ignominia, Felipe González sigue contando con el Grupo Prisa como altavoz y promotor de sus sangrientas hazañas y también de sus golpes de estado. Los medios de comunicación y el poder parecen haber perdido el pudor y no cabe duda que, en la actualidad, si el Régimen así lo considerase, cualquier histórico criminal al que se pueda apodar Carnicero podría tener un privilegiado espacio en este grupo y, siendo justos, en cualquier otro: Mediaset, Atresmedia, Godó, etc, pues todos sirven al mismo amo”.


Almudena Grandes ha dicho en la SER: “Antes de que relucieran las navajas, los críticos del PSOE encarnaban ya un enigma. Resulta incomprensible que un partido político renuncie tan obstinadamente al poder cuando no tiene otra misión que alcanzarlo. Sánchez ha representado mucho mejor su papel. Después de renunciar a un gobierno alternativo en invierno, cuando más autoridad tenía, se ha aferrado a esa posibilidad en el descuento y en nombre de su propia supervivencia. Podría decirse que él se lo ha buscado, pero la canallesca ferocidad de sus enemigos, dispuestos incluso a resucitar a los muertos con tal de impedírselo, no sólo le ha hecho bueno. De momento, es un mártir. Quizás, mañana sea un héroe. Tanta deslealtad, tanta brutalidad y tanta estupidez tienen que tener una explicación. Si, como parece, los dimisionarios quieren una gestora que asuma el coste de una abstención que permita gobernar a Rajoy, ¿qué ganan ellos? Dentro de unos años, tal vez un puesto en un consejo de administración, pero mientras tanto, ¿de verdad creen que van a poder hacer oposición, y no el ridículo, después de haber regalado el poder? La figura de Felipe González dirigiendo la orquesta plantea cuestiones incluso más graves. Si sus muchachos han sido capaces de apuñalar a su propio partido en el corazón para impedir una coalición o un simple acuerdo de investidura, ¿qué no serán capaces de hacer si algún día Podemos gana unas elecciones? ¿Anularán los resultados? ¿Sacarán los tanques a la calle? Por lo visto, al Ibex 35 el partido de Iglesias le da miedo. A mí, los amigos de González me dan pánico”.

Militantes y periodistas se agolpan a la entrada de la sede del PSOE en Madrid.

A las nueve y cuarto de la mañana del sábado, la calle Ferraz es  cortada en el tramo que ocupa la manzana del PSOE, donde se ha congregado un centenar de personas. Se escucha a los simpatizantes de Sánchez con sus consignas de apoyo al secretario general y sus insultos a los críticos. Gritos de  “¡Felipe, burgués, el PSOE del revés”,  “¡Felipe, golpista!”, son algunas de las frases que corean los manifestantes. Un puñado de militantes recibe con gritos de “traidores” y “iros a Génova” a los dirigentes contrarios a    Sánchez. Hora y media después de la hora prevista, el Comité Federal del PSOE aún no ha comenzado, ante la falta de acuerdo sobre su constitución y sobre el censo de los más de 200 dirigentes del partido que lo integran. Finalmente, bajo frenéticas negociaciones, los críticos aceptan que lo presida la ‘ejecutiva’ de Pedro Sánchez sin los 17 miembros que han dimitido, una imagen que parece reconocer la legitimidad del secretario general. Sin embargo, a la medía la reunión una nueva polémica: el derecho a voto tanto de los que están sentados en la presidencia como de los que han desaparecido de la 'foto'. Tensión en la calle, tensión en los despachos. El PSOE es una caldera en ebullición que no es capaz de acordar ni cómo votar en el Comité Federal ni su orden del día. En la entrada, gritos de “Esta no es la sede del PP”. El choque entre sanchistas y críticos provoca un largo retraso en el comienzo. El Comité Federal del PSOE da inicio con casi cuatro horas de retraso por la falta de acuerdo. Hay 253 personas acreditadas en dicho órgano. Pero, a las doce y media, todo sigue igual. El impasse va para largo. Algunos militantes empiezan a replegar velas. El desconcierto (y el ridículo) es máximo. Tras una breve intervención de Verónica Pérez, la presidenta del Comité Federal y mujer de Susana Díaz, se vuelve a decretar un receso para encontrar un acuerdo sobre el orden del día, el censo y demás cuestiones procedimentales. A las dos de la tarde, tras cinco horas de bloqueo, parece que el Comité Federal se va a reanudar. Pero, las espadas siguen en alto y la expectación en la calle Ferraz de Madrid, sede del PSOE, es máxima.

Aspecto de la calle Ferraz el sábado por la mañana

Las noticias sobre esta reunión llegaron en forma contradictoria a lo largo del día. A primeras horas de la tarde, Pedro Sánchez ya habría ofrecido readmitir a los dimitidos de la Ejecutiva para iniciar el Comité Federal pero los críticos rechazaron la propuesta. Susana Díaz pidió que se reuniese el Comité  de Ética y de Garantías y que se dejase actuar al Comité Federal. La presidenta de la Junta de Andalucía pidió que se votase ya si se creaba o no una gestora o que se suspendiese el Comité Federal. Tras su intervención, de nuevo se registró otro receso de media hora. El nerviosismo seguía en las puertas de la sede socialista, en donde se vivieron escenas de tensión, con simpatizantes a punto de llegar a las manos. Ocho horas después del inicio, aún no se había logrado acordar qué se iba va a votar ni quiénes iban a hacerlo. La Vanguardia informaba que la mesa rechaza la propuesta de Susana Díaz de votar la creación de una gestora y sólo aceptaba la creación de un congreso extraordinario. La votación sobre la propuesta de Pedro Sánchez de celebrar primarias el 23 de octubre y un congreso en noviembre habría quedado suspendida, al negarse los representantes del sector crítico a participar en ella. Los críticos iniciaron una recogida de firmas para una moción de censura contra Sánchez. Recogida que no era válida, según fuentes cercanas al secretario general, al no figurar en el orden del día. El número dos del PSOE andaluz habría intentado agredir a Pedro Sánchez. La Mesa del Comité Federal rechazaba someter a votación la moción de censura presentada por el sector crítico contra el secretario general en funciones del PSOE. Pese a ello, los críticos comenzaron a recoger firmas después de que Ferraz colocara urnas para votar la celebración de un congreso extraordinario, pero la Mesa, órgano colegiado en el que tenían mayoría los afines a Sánchez, no aceptaba que la moción de censura se votase. 

Concentraciòn frente a la sede del PSOE:

Ante las protestas de algunos de los presentes, la votación comenzada fue suspendida. Tanto Díaz como Borrell habían defendido que “merecía la pena” votar en urna, siempre y cuando hubiera las suficientes garantías de limpieza y transparencia. José Antonio Pérez Tapias afirmó que se estaba preparando una moción de censura contra Pedro Sánchez. Y aseguró que  “esto está roto”. Odón Elorza, diputado socialista por Gipuzkoa, se pronunciaba en su perfil de Twitter sobre la situación del Comité Federal del PSOE, y advertía de que, en su partido, “se han vuelto locos sin remedio y lo están matando”. El sector crítico presentó ya las firmas de los delegados del Comité Federal, necesarias para promover y presentar una moción de censura a Pedro Sánchez y forzar su cese. A las 21 horas pasadas, éste perdía la votación a mano alzada por 132 a 107 votos y anunciaba su dimisión. Unos 250 asistentes se habían pronunciado sobre este asunto, después de que, a media tarde, se frustrara una votación secreta, en urna, por las quejas de los críticos. En su intervención, Sánchez comunicaba que dimitía y apelaba a la unidad del PSOE. “Para mí ha sido un orgullo y presento mi dimisión. Ha sido un honor”, dijo y prometió su “apoyo leal” a la gestora que iba a surgir en las próximas horas.



Mientras tanto, en la calle, los congregados en la calle de Ferraz, reaccionaban a la dimisión de Pedro Sánchez con gritos de “manos arriba, esto es un atraco”, y “fuera Susana”, escuchándose también múltiples consignas en apoyo del ya dimitido Pedro Sánchez.



Entre las fotomontajes de esta semana, la crisis del PSOE; descripción gráfica; la imagen en Twitter de JotaBueno; los barones le están apretando (@noabraslapaz); ¡Abrid, cabrones!; los socialistas se hunden; Sánchez se consuela; Susana Díaz con el cuchillo entre los dientes (@JosPastr); entrevista en exclusiva a Pedro Sánchez, en su momento más duro (Tremending Topic); análisis de los resultados de las elecciones vascas y gallegas en la sede de Ciudadano; Rita Barberá, dormida en su escaño durante el Pleno celebrado en la Cámara Alta donde cobrará 5.000 euros al mes. Su 'sueñecito' ha despertado la indignación de los tuiteros. Y Felipe González, visto por algunos socialistas.












El humor de esta semana en la prensa: Forges, Peridis, El Roto, J. R. Mora, Vergara, López, Bernardo B. Ana B. Eneko, Rivero, Pedripol, Pat, Mel, Samsón…



















Pep Roig, desde Mallorca: I always speak Castilian, Gracias…, por los servicios prestados, Ozú…, El PSOE por sevillanas, Vaya tropa, Este perro mundo, y Este fuego amigo.










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