viernes, 3 de febrero de 2017

Los crucifijos y otros símbolos religiosos retirados de los edificos públicos en Valencia.


El Ayuntamiento de Valencia acaba de aprobar una moción por la que retirará los símbolos religiosos de todos sus edificios públicos. Fue aprobada por Compromís, València en Comú y PSPV-PSOE, y rechazada por el Partido Popular y Ciudadanos. El PP la  califica como un “ataque a las creencias religiosas de los valencianos”. El Ayuntamiento también acuerda cobrar el IBI a negocios religiosos y pide renegociar el Concordato con la Santa Sede.

Dirigido por Joán Ribó, el Ayuntamiento de Valencia aprobó el pasado jueves que los reglamentos de honores municipales y protocolos de sus entes públicos se adecuen a la aconfesionalidad del Estado. En este sentido, los espacios municipales públicos no tendrán simbología religiosa, salvo en lo que signifique un bien patrimonial e histórico contrastado. En la moción aprobada también se insta al Consitorio a celebrar actos y conmemoraciones “exclusivamente de carácter civil”, a excepción de los que suponen un legado cultural o festivo.

El portavoz de València en Comú, Jordi Peris,  manifestó que no desaparecen “ni la Ofrenda (floral a la Virgen de los Desamparados en Fallas) ni la Semana Santa ni -la procesión que se celebra en “el Corpus” Christi. Con este texto, Valencia se pronuncia a favor de modificar las leyes para eliminar las exenciones fiscales de las confesiones religiosas y que paguen el IBI sobre inmuebles destinados a negocios, y aprueba pedir al Congreso de los Diputados y al Gobierno que renegocie el Concordato con la Santa Sede “que respete el principio de no confesionalidad recogido en la Constitución”.

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